El cuerpo humano para mantener el ojo saludable produce un líquido complejo llamado lágrima, esta tiene la función de mantener la superficie del ojo lisa y suave. Cuando no se produce la cantidad suficiente o existe una producción inadecuada de la misma se produce un ojo seco.

La lágrima tiene 3 principales componentes:

  • Mucoso
  • Acuoso
  • Oleoso/grasoso

Cada uno de estos 3 componentes se produce en una zona anatómica diferente uno del otro.

La capa mucosa es la capa más interna de la película lagrimal, esta ayuda a esparcir y adherir la capa acuosa sobre la superficie ocular. Esta capa se produce en la conjuntiva, la cual es la membrana (tela) transparente que recubre la parte blanca del ojo.

La capa acuosa le sigue a la capa mucosa y es la que representa la mayor parte del volumen de la lágrima, esta capa limpia el ojo, lavando partículas que no pertenecen al mismo. Esta capa se produce en la glándula lagrimal que está localizada por arriba del globo ocular.

La capa oleosa es el componente más externo de la lágrima, esta hace que la lágrima se suavice y evita que la misma se evapore de manera rápida. Esta capa se produce en las glándulas de Meibomio que están localizadas en el borde de los párpados tanto superiores como inferiores.

El ojo seco puede ser provocado por una gran variedad de factores y enfermedades.

A grandes rasgos las causas se dividen en 2:

  • Falta de producción de la lágrima
  • Desbalance entre los componentes de la lágrima

Entre las causas más comunes de ojo seco se encuentra la edad ya que con el paso de los años está comprobado que la producción de la lágrima se altera de manera gradual hasta el punto de provocar síntomas. Existe también cierta tendencia a en el sexo femenino sobre todo al pasar la menopausia ya que esta altera la propia producción de la lágrima.

Algunas otras causas son:

  • Enfermedades de carácter autoinmune están directa o indirectamente relacionadas con la falta de producción de la lágrima como síndrome de Sjögren, enfermedades de la tiroides, lupus etc…
  • Condiciones que agravan y alteran las condiciones de la lagrima como lo son el estar en lugares con mucho humo, vienta o clima seco
  • Inflamación del borde de los párpados (blefaritis)
  • Plegamiento de los párpados hacia o hacia afuera (entropión/ectropión)
  • Uso prolongado de lentes de contacto

Uno de los síntomas más frecuentes del ojo seco de manera paradójica es el lagrimeo constante ya que este último es solamente una respuesta compensadora a la irritación por la que está pasando la superficie del ojo.

Algunos otros síntomas comunes del ojo seco son:

  • Ardor ocular
  • Sensación de arenilla o de cuerpo extraño
  • Ojos rojos/irritados
  • Visión borrosa, agravada con la lectura
  • Dolor aumentado con el uso de lentes de contacto

El diagnóstico del ojo seco se puede realizar de muchas maneras, lo más importante es que su médico le realizará una historia clínica completa incluyendo enfermedades previas y medicamentos actuales. Su oftalmólogo realizará un examen ocular completo incluyendo exploración de párpados y superficie ocular, evaluará la cantidad y calidad de la lágrima a través de distintas pruebas.

El tratamiento puede ser tan extenso como sea necesario e incluye desde gotas lubricantes en todas sus variantes, ungüento de lubricante, tapones lagrimales para conservar por mayor tiempo la lágrima y hasta medicamentos en gotas para aumentar la producción lagrimal. También es importante recalcar que si el ojo seco es secundario a alguna condición (hipotiroidismo, lupus, artritis reumatoide) es indispensable que esta esté trata y controlada.

El ojo seco y los dispositivos digitales
Seguramente usted al utilizar de manera prolongada algún dispositivo como su celular, computadora o hasta la televisión siente los ojos como con “lagrimeo” o “fatiga” visual e incluso llega a sentir que la calidad de esta ya no es la misma con el paso de las horas.

Si bien, está comprobado que esta incomodidad que se siente con el uso de los dispositivos no va como se dice de manera coloquial a “arruinar los ojos”, si es algo que termina mermando el desempeño (en caso de que se trate de trabajo en computadora) o la comodidad mientras se realiza la actividad en el dispositivo. Y es que está comprobado que al utilizar estos dispositivos disminuimos nuestro parpadeo hasta más de la mitad de las veces provocando un ojo seco de una gravedad proporcional al tiempo que pasemos utilizando estos dispositivos electrónicos.

¿Esto quiere decir que debo de disminuir el tiempo de computadora/celular?
Hoy en día los celulares y las computadoras forman parte elemental de nuestras actividades del día a día, recomendar disminuir el uso de estos dispositivos disminuiría la calidad de vida y sería poco factible que una gran mayoría realmente lleve esta recomendación al pie de la letra.

Lo que actualmente se recomienda en estas situaciones es aumentar la frecuencia con la cual se aplica las gotas lubricantes (las veces que sea necesario), utilizar la regla 20-20-20 (cada 20 minutos cambie el punto donde fija sus ojos y mire hacia un objeto que esté al menos a 20 pies de distancia durante por lo menos 20 segundos) y por supuesto, parpadear con mayor frecuencia.